lunes, 30 de mayo de 2011

Fin.

     Cuando la vida no te alcanza para siquiera sentir. Cuando no podés más, y te sentís chico. Mínimo, para nada necesario y completamente imperceptible. Te querés ir y no sabés a dónde, querés renunciar y no sabés a qué. Hacer un click. Abrí los ojos y reaccioná. Se van, se te están yendo las cosas. Lo mejor y más grande que tenés, cuando finalmente mires, no lo vas a poder ver. No aprendiste a valorar y estás sobre-valorado. Una vida de egocentrismo perjudicial a tu contexto. Sentite solo y cambiá. Lo que sembrás lo cosechás, pero de a poco te va matando. Cómo hacés para parar?

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