Una hoja en blanco.
Siento vacío, y el mundo tira litros de ironía para recordarte que
todo lo que creés que simple y azarosamente está saliendo mal, es en
realidad un reflejo de lo que tan meticulosamente te ocupaste de crear.
Tiempo y más tiempo, en que uno se engaña pintándose una mejor cara.
Y ahí todo vuelve a pasar. Lo ves una y otra vez, y dejás que pase, mirás
cómo pasa, hacés que pase y volvés a mirar. El drogadicto se desafía.
Desafía cuánto su cuerpo puede soportar, porque el hombre es soberbia.
Probás tus límites creyendo que sos capaz de soportarlo, testeando cuál
es el punto en que te llega a tocar, y te dobla. Adicción. Obsesión.
Abstinencia. Puntos en común, al fin y al cabo, te mata.
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